Soltar la necesidad de aprobación.
- Karen Santana
- Jul 1, 2016
- 2 min read

Desde muy jóvenes tenemos la tendencia a buscar el apoyo y la aprobación de los demás. Eso de por sí no representa ningún peligro, sin embargo suele esconder una voz dentro de nosotros que constantemente grita: "No valgo lo suficiente, necesito que me demuestres mi valía".
Cuando constantemente necesitamos la aprobación de los demás, ponemos en duda nuestra propia capacidad de innovar, de seguir rutas aún no trazadas y de ir en contra de la "corriente" a la hora de seguir nuestros sueños.
Las personas que buscan la aprobación de los demás, suelen verse fuertemente influenciados a seguir un camino no elegido y diseñado por ellos. Tratan de complacer a todo el mundo con su estilo de vida, son inseguros a la hora de tomar cualquier decisión, y carecen de voz propia.
No hay nada de malo en conseguir el apoyo de los demás, pero ¿Qué pasa si no lo conseguimos? ¿Cómo nos sentimos al respecto? ¿Acaso pierde valor nuestra decisión por el hecho de sólo yo creer en ella? ¿Necesito contar con la aprobación de mis compañeros y familia para seguir adelante con algún proyecto?
Todas estas preguntas debemos formularlas si queremos identificar si nuestra deseo de recibir aprobación es saludable o no para nosotros.
Es bueno tener pendiente que nunca lograremos que todos estén de acuerdo con nuestra forma de ver la vida, nuestra forma de hablar, vestir o expresarnos. Entonces, lo más recomendable es que sigas tus propios lineamientos y actues conforme a la persona que eres.
La frase que reza: "No eres nadie hasta que alguien te quiera" es un engaño que nos han tratado de inculcar. Tú no necesitas que nadie te diga lo que debes hacer y cómo lo debes hacer, tampoco necesitas la aprobación de tu madre o tu pareja, ellos son tus acompañantes en la vida, no los capitanes de tu barco.
Tal como dice Wayne Dyer en su libro "Tus zonas errónes": La gente que necesita de la otra gente es la gente más desgraciada del mundo. Pero la gente que quiere amor y disfruta de la gente es la que logra ser feliz.
Así que cuando te sorprendas necesitando el "sí" de alguien más, haz un ejercicio de recordarte lo mucho que vales por el simple hecho de ser persona. Si tienes dudas con respecto a una decisión que quieres tomar asesórate e investiga, trata siempre de mirar un poco más allá y date (¿Por qué no?) la oportunidad de cometer tus propios errores. Al final de darás cuenta del maravilloso sendero de auto-experimentación que es la vida.
¡Un abrazo!
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