Hack Espiritual: Cómo aliviar la deuda kármica.
- Karen Santana
- Oct 27, 2016
- 3 min read

¿Sientes que tienes una enorme deuda kármica y por más que te esfuerzas en cambiar tu situación algo parece venir de la nada para echarlo todo a perder?
¿No importa qué tanto lo intentas, vives en una montaña rusa, entre felicidad y miseria, sentimiento de abundancia y carencia?
El karma "negativo" no es un castigo ni mucho menos, es la señal de que no hemos amado lo suficiente y por lo tanto debemos reajustar nuestro termostato, elevar nuestra energía y vibrar a frecuencias más nobles y limpias.
No es necesario que sufras para corregir tu alma, simplemente que aprendas la lección que viniste a aprender en esta tierra.
Lo que actualmente vives no tiene nada que ver con tus acciones presentes, estas viviendo los efectos de tus acciones pasadas, de esta vida o de vidas anteriores.
Todo lo que haces tiene un efecto: cada pensamiento, cada palabra que dices o guardas dentro de ti forma una espiral de procesos en cadena, ya sea positivos o negativos.
Existe un llamado "hack espiritual" para anular o suavizar los efectos de tu karma y se puede reducir en una frase:
"Si no omites juicio contra tu alma o las almas de tus hermanos, el universo queda imposibilitado de omitir un juicio contra ti".
La ley de causa y efecto, no es más que la estrategia del universo para poner todo en su lugar, es decir, aplicar la justicia.
Igual como reza la Tabla Esmeralda: "Como es arriba, es abajo; como es adentro es afuera". El universo corresponde a las características de nuestro universo personal, y esto es aplicable a todos los aspectos de la vida.
Cuando empiezas a mirar todo desde la bondad, sin esa necesidad imperante de calificarlo como bueno o malo, el universo comienza a verte del mismo modo, y por lo tanto recibes la bondad y misericordia que das.
Mucho nos cuesta entender que la gente no es buena ni mala, justa o injusta, hábil o perezosa, lo mismo con las circunstancias; es nuestra mente la que se empeña en poner etiquetas, marcarlo todo, y en ese mismo instante en que enjuiciamos lo que nos pasa o a los que nos rodean, el universo dice: "Caso cerrado" y emite el juicio hacia nosotros.
Dale Carnegie ilustra perfectamente este ejemplo con el caso de Al Capone en su libro: "Cómo ganar amigos e influir sobre las personas":
Tomemos a Al Capone. Supongamos que usted hubiera heredado el mismo cuerpo y el temperamento y el cerebro que heredó Al Capone. Supongamos que hubiese tenido usted su misma educación, sus experiencias y ambiente. Sería usted precisamente lo que él era, y estaría donde estuvo él. Porque esas cosas -y solamente esas cosas- son las que lo han hecho como es. La única razón, por ejemplo, de que no sea usted una víbora de cascabel, es que sus padres no eran víboras de cascabel. Muy poco crédito merece usted por ser lo que es, y recuerde también que muy poco descrédito merece por ser como es la persona que se le acerca irritada, llena de prejuicios, irrazonable. Tenga compasión del pobre diablo. Apiádese de él. Simpatice con él. Dígase: "Ese, si no fuera por la gracia de Dios, podría ser yo".
La próxima vez que sientas los pesados efectos de tu karma piensa:
-¿En qué áreas me hace falta amar más?
-¿Estoy siendo soberbio?
-¿Qué tanto estoy emitiendo juicio en contra de los demás?
Recuerda que el universo es amigable a los ojos que miran sinceramente con bondad y el corazón que siente el bien en todas las almas.
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