Cada momento es un milagro.

La vida es una llama suave que en cualquier momento puede ser apagada. Nuestra existencia es tan delicada y hermosa como una burbuja que se forma, flota y da vueltas en el aire hasta volver a su estado original.

El hecho de estar donde estamos y no en el lugar y momento justo de cualquier suceso siniestro, representa de por sí un milagro y es un error dar esto por sentado cuando hay tanta gente anhelando poder haberse librado de una calamidad.

Disfrutar cada pequeño instante en que nos sentimos vivos, es también una forma de expresar nuestra gratitud, y como ya sabemos, la gratitud funciona como un boomerang trayendo de nuevo hacia nosotros aquello que agradecemos.

Cada momento es nuevo, maravilloso e irrepetible, por lo tanto: si viste hoy el amanecer o besaste la mejilla de tu hijo, es la última vez que lo experimentarás de esa forma. no hay cosas como deja-vu, a cada instante somos almas nuevas, cauces nuevos de un río que no deja de fluir con la creación, es por eso que cada momento merece ser vivido cual si fuera un milagro.

Dejemos de esperar por los viernes, por las vacaciones, por pareja perfecta o el tiempo perfecto, nuestro momento perfecto y milagroso es justo ahora allí donde nos encontremos.

Estamos todo el tiempo girando alrededor de un punto que representa nuestro paraíso interior, cada segundo tenemos acceso a despertar esa llama que nos dará bienestar y plenitud infinita, es por esa razón que cada instante tiene el potencial de desencadenar una serie de sucesos que pueden transformar nuestra conciencia, y esto amigos míos, es el mayor de los milagros que podemos experimentar.

La próxima vez que sorprendas un hermoso atardecer, detente y aprécialo, valora el milagro de la vida y el amor a cada instante, celebra tu existencia aunque no estés de aniversario, vive cada día como si fuese el último.

#suenos