Renunciar al "cómo", enfocarse en el "qué".

Acabas de tener una idea maravillosa, estás pletórico y quieres iniciar inmediatamente. Nunca antes habías tenido tanta claridad con respecto a un proyecto a y lo que quieres dedicar por entero tu energía.

Hay que comenzar ya!. Te dices a ti mismo para aprovechar el impulso inicial, entonces analizas y te encuentras ante el gran dilema: ¿Cómo lo hago?

Te vas un poco más al fondo y descubres que no tienes las relaciones necesarias, los recursos, el tiempo... y la lista no termina.

Entonces eliges frustrarte y perder las esperanzas en vez de dar el primer paso.

Nunca y bajo ninguna circunstancia debemos iniciar por la manera en la cual se harán las cosas. El "cómo" no es asunto nuestro sino del universo. Nuestro trabajo es tener bien claro el "qué", hacia dónde queremos llegar, qué montaña o cordillera queremos conquistar. Lo demás caerá por su propio peso.

Una vez damos el primer paso en propósito y con claridad, el camino se ilumina ante nosotros, no es necesario ni siquiera ver el mapa completo: se te irá revelando conforme actúes con fe.

No trates de forzar ni resistirte, ten bien claro tu propósito y las puertas empezaran a abrirse.

¿Te imaginas al maestro Jesús leyendo un manual de "Cómo hacer milagros" ? ¡Imposible! Los más grandes maestros espirituales jamás se enfocaron en el "cómo". Simplemente ordenaron a Dios y él respondió a su petición conforme a su FE.

Un mundo de infinitas posibilidades se abre ante ti cada vez que actúas con certeza.

No tienes que conocer cada detalle del proceso, no tienes que tener todo bajo control. Mientras sepas lo que quieres con la seguridad de que se manifestara, contaras con todas las fuerzas del universo trabajando para hacerlo realidad.

"Si tienes el porque encontrarás el cómo".

Nietzsche