Encontrar el equilibrio de nuestras energías femenina-masculina.
- Karen Santana
- Aug 13, 2016
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«Todo es dual; todo tiene polos; todo tiene su par de opuestos; semejante y desemejante son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se encuentran; todas las verdades no son sino medias verdades, todas las paradojas pueden ser reconciliadas.»
El Kybalion
Así como experimentamos la dualidad en los fenómenos naturales, del mismo modo cada ser individualmente es un constante flujo y reflujo de energías tanto femeninas como masculinas.
No importa nuestro sexo o afinidad, estas energías están presentes conforme interactuamos con otros o con nuestro medio ambiente y se expresan mediante nuestra personalidad y accionar.
Todo aquel que busque la paz y el equilibrio deberá al menos conocer la naturaleza de estas energías, no para manipularlas y controlarlas, sino para saber en dónde colocar más o menos peso en la balanza.
Una apreciación cuidadosa de estas energías en nosotros puede revelarnos el camino de nuestra alma hacia su complitud y cada desbalance o falta de una de ellas puede hacer más fácil nuestra búsqueda de la paz y la plenitud.
Así como en la electricidad es necesario que exista tanto lo positivo como lo negativo, también en nosotros es necesario que existan estas dos energías (femenina y masculina) de manera equilibrada y natural.
Las energías femeninas se caracterizan por ser del siguiente tipo:
-Fuente de inspiración y creatividad.
-Unidad y continuación.
-Pasión y energía sexual.
-Intuición.
-Conexión con los demás, sanación.
Por su parte, las energías masculinas se caracterizan por ser:
-Manifestación, exteriorizar, materializar.
-Sustento y prosperidad.
-Hacer que las cosas pasen.
-Protección.
Si vemos detenidamente una persona que solo trabaje en sus energías femeninas le costará seguir adelante con proyectos muy demandantes que requieran la energía de materialización. Sin embargo, aquel que sólo se enfoca en desarrollar sus energías masculinas encontrará difícil la colaboración con los demás, querrá hacer las cosas por si solo, y en caso de que no funcionen le costará fluir con la situación.
Es por esto que se hace necesario el conocimiento y el trabajo espiritual para corregir nuestros desequilibrios y carencias. No se trata solo de ser netamente hombres o mujeres, sino de buscar nuestro equilibrio interior a través del conocimiento y aceptación de nuestra dualidad.
Un abrazo!
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