Nuestra relación espiritual con el dinero.

Todo cuanto nos rodea, inclusive el dinero, es puramente energía. Nuestra salud financiera es medida por la cantidad y la calidad de energía que le entreguemos al universo.

Para tener una correcta relación espiritual con el dinero debemos tener en cuenta que somos canales para este tipo de energía y por tanto debemos dejarla fluir a través de nosotros. Para esto debemos evitar jugar el papel de acumuladores del dinero, ya que estaríamos obstruyendo dicho flujo de energía. Otra cosa que debemos tener en cuenta es que debemos tener un sano deseo de adquirir abundancia y bienestar: evitar a toda costa los sentimientos de no merecimiento, avaricia, culpabilidad, envidia o resentimiento.

La vida debe ser plena y equilibrada en todos sus ámbitos, por lo que pretender enfocarse únicamente en acumular riquezas materiales sólo nos aleja de la verdadera plenitud. Nuestra naturaleza más básica es el deseo, hemos venido a esta tierra a llenar todo tipo de carencia y experimentar prosperidad verdadera en todos los sentidos. La razón por la cual el dinero es un problema en nuestra vida es porque compite con las demás áreas que son igualmente importantes. Vivimos constantemente preocupándonos por el dinero en vez de ocuparnos responsablemente de él. La preocupación trae más carencia, miedo y duda a nuestra vida.

Para lograr una correcta relación espiritual con el dinero debemos realmente interiorizar la idea de que éste no es el fin ni el propósito en sí mismo, sino un medio para hacer que nuestra vida sea más plena y podamos ayudar a otros a que tengan mayor salud y bienestar.

Si queremos "hacer dinero" y que éste nos dé no sólo riquezas materiales sino placer y alegría para nuestra alma, debemos comenzar a enforcarnos en ofrecer nuestra energía al universo a través de nuestras pasiones, dones y talentos.

Todo aquel que trabaje desde el amor y la entrega en eso que realmente ama, no tendrá que preocuparse por el dinero, el universo se ocupará de proveerle toda la abundancia que necesita ya que dicha persona está colaborando con la intención misma de la creación.

Esta es la negociación que hicimos con el universo al inicio de la creación: Mientras estemos ocupados en expresar nuestra energía por medio de nuestra pasión, el universo se encargará del resto.

¡Un abrazo!