La libertad toca la puerta de quienes no olvidan sus dones y talentos.
- Karen Santana
- Sep 4, 2016
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¡Hoy es Domingo! Día en que muchos eligen dormir hasta tarde, ver televisión o hacer simplemente nada... Placentero ¿No? La verdad es que, al llegar el Domingo en la noche muchos solemos quejarnos de que nos espera un Lunes "difícil", que no descansamos lo suficiente o nos hacemos la pregunta: ¿Hasta cuándo tendremos que trabajar haciendo algo que no nos gusta? Ante esta actitud el universo analiza y responde: "Lo harás para toda la vida". Esto no tiene nada que ver con la mala suerte o con el castigo, es simplemente el cumplimiento de una ley universal: Causa y efecto. Si no decides hoy cambiar tu vida y dedicar tu tiempo libre a tus sueños y metas, entonces nunca podrás construir algo que te permita renunciar a aquel empleo que no te gusta.
¿Tiene algún sentido que estemos dedicando más tiempo y energía para hacer realidad los sueños de alguien más que nada tienen que ver con nuestros valores e ideales? Es necesario que nos elevemos por encima de nuestra energía actual, que tomemos conciencia de que nuestro tiempo en esta tierra es limitado y decidamos utilizarlo sabiamente en las actividades que le brinden sosiego a nuestra alma.
Si tu excusa es que hoy es tu único día de descanso y por eso no puedes dedicárselo a trabajar en tus sueños entonces lo más probable es que nunca logres volverlos realidad.
Tienes que dedicar cada día de tu vida a honrar tus sueños y tu propósito; para eso naciste y fuiste puesto es esta tierra.
Aparta dos horas de tu Domingo para planificar las actividades que realizarás durante la semana en pro de hacer realidad tus sueños, inicia con pequeños pasos, nunca subestimes las pequeñas acciones ya que la suma de ellas constituyen los grandes logros.
Si de verdad quieres la libertad, deberás enfocar tu energía seriamente en conseguirla, comienza hoy mismo a trabajar en la construcción de un sistema acorde a tus ideales que te permita poderte dedicar 100% a tus sueños en el futuro. No es necesario un gran capital, sólo el deseo vehemente de libertad y trabajar en propósito.
¡Un abrazo!
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