Amar a distancia: La clave para cuidar nuestra energía.

No todos los que comparten nuestros lazos familiares, comparten nuestros valores y nuestros sueños. Es motivo de agradecimiento el poder contar con padres y amigos que puedan apoyar nuestro proceso, sin embargo, para alcanzar un nuevo nivel evolutivo, muchas veces es necesario amarlos a distancia.

Debemos ser bien cuidadosos con los mensajes que nuestra familia trata de inculcarnos, pues no todo lo que conciben como positivo para nosotros es beneficioso para nuestro proceso.

Si constantemente estás trabajando por mantener tus niveles de energía altos, de sanarte y poder sentirte inspirado, pero al interactuar con tu familia sientes que te contagias de negatividad y pierdes motivación, entonces es momento de amarlos a distancia.

Así como la pupa (metamorfosis) necesita proteger sus alas cuando aún están en formación, con la misma abnegación debes cuidar de tu energía.

No se trata de sentir rechazo por ellos, o de optar por la rebeldía, sino de tener un sano respeto por tu propósito y por tus sueños.

Si tu familia no es un referente de una vida de libertad, felicidad y abundancia, entonces: ¿Qué sentido tiene seguir sus creencias y hábitos?

Si tu meta es tener la vida que viven tus padres, te recomiendo que le hagas caso al 100%.

Prepárate para las críticas:

Acostúmbrate a las críticas. Estas son la señal de que vas por un camino diferente al que la sociedad ha trazado. Pasa tiempo con las personas que tienen la vida que sueñas tener. Aférrate a tus valores y no hagas caso a las palabras de necios que quieren sacarte del camino.

Evita los comentarios negativos:

Siempre será necesaria la interacción con tu familia, pero debes ser sabio y desviar las conversaciones negativas. ¿Hablan constantemente de cosas como: chisme, enfermedad y quejas? Empodérate de la conversación y cambia totalmente el rumbo. Verás como de inmediato, las personas de baja energía cambiarán de actitud o simplemente abandonarán el salón.

Es hora de proteger nuestros valores y nuestros propios colores, no dejes que alguien más tome el pincel de tu vida. Recuerda: esta es tu obra de arte.

¡Un abrazo!