Hazte un favor: ¡Déjate guiar!

No sé si alguna vez te has preguntado si de verdad existe el libre albeldrío. Yo nunca había reflexionado al respecto hasta que comprendí que somos objetos del universo para que éste cumpla su propósito.

Es sumamente importante entender el término "libre albeldrío", ya que en la realidad en la que vivimos, no existe tal cual nos lo han explicado.

La libertad que poseemos está condicionada a los propósitos de expansión del universo, es decir, que sutilmente la raza humana está destinada a cumplir con un llamado a la experimentación, creación y prolongación de la vida.

Haces lo que quieres, sigues los dictados de tu ego, buscas ser importante y tener cosas, pero muy profundamente lo que más anhelas es la felicidad, el amor y la libertad.

¿Por qué anhelamos tanto estas tres últimas cosas?

Fácil: El ser humano es básicamente deseo, la fuerza creadora ha tatuado en nuestro ADN la búsqueda incesante y el deseo del amor, la belleza, la felicidad... y lo ha hecho para que a través de dichos anhelos, seamos contribuidores del proceso creativo.

No fuimos lanzados aquí por accidente. Estamos en este mundo para servir con un fin mayor que el de simplemente: comer, trabajar, reproducirnos y morir. Por lo tanto, si no queremos estropear la evolución, es necesario que aprendamos a dejarnos guiar.

Aquel que no atiende a su llamado es como un niño que va con su madre caminando por la calle: grita, patalea y quiere hacer sólo su voluntad, es más, que sea la madre que ande por donde él indique, pero al final es la madre quien conoce la ruta óptima y más conveniente para el niño. Así somos cuando no prestamos atención a las señales del universo.

Ahora bien, ¿Cómo puedo identificar dichas señales?

Es fácil comprender cuándo estamos estropeando el proceso creativo y básicamente todo gira en torno a la negación del amor:

1.Nos sentimos infelices y no hacemos nada para cambiarlo.

2.Cuando enfermamos a causa del estrés.

3.Actuamos desde el miedo.

4.Cuando no somos auténticos.

5.Cuando queremos tener todo bajo control.

6.Cuando nos aferramos a la seguridad.

Sé que puede ser difícil dejar ir, sin embargo, una vez entiendes que no todo se trata de ti y que el universo conoce la ruta que debes seguir mejor que tú, empiezas a comprender que no estás solo en el proceso y un plan mejor que el que tenías pensado se te revelará en cualquier momento.

¡Un abrazo!